jueves, 13 de noviembre de 2008

Invadidos

De un tiempo a esta parte me ha dado por pensar que quizá se avecina una guerra, porque no hago más que ver tanques por las calles y carreteras.

No, no te alarmes, es sólo una forma de hablar. Esos tanques no son más que una metáfora de los mastodontes de cuatro ruedas tipo todoterreno que tanto se están vendiendo últimamente.

A mí personalmente es una clase de coche que no me atrae, ni desde el punto de vista estético ni desde el punto de vista práctico, que es en lo que más me fijo normalmente. Porque sí, da gusto ver un coche bonito lo mismo que repatea ver diseños horrorosos, pero al final soy de esas personas que ven en el coche nada más que un instrumento para ir de un sitio a otro, y no una fuente de placer visual o sensorial como muchas veces la publicidad nos intenta vender.

Me parecen los todoterrenos vehículos poco o nada prácticos. Cuestan mucho, consumen más; sólo el gasto en neumáticos creo que me marearía, y tiene todos los inconvenientes de un coche grande. Puedo verle el sentido en determinadas zonas rurales, pero no en ciudad, donde ocupan mucho, consumen mucho, y no pegan ni con cola. Opinión personal, por supuesto.

Es una moda, como todo, pero me parece a mí que lejos de ser pasajera, va a más cada día, y son muchas las marcas de gama baja que también están sacando sus versiones de este tipo de vehículos.

Sólo espero no ser invadido en ningún sentido por ellos.

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