jueves, 8 de noviembre de 2012

Canciones escondidas

Iba yo pensando hoy en la cantidad de canciones que forman parte de mi banda sonora personal  y que nunca han sido elegidas por la discográfica en cuestión para ser un hit o un single de amplia difusión en los medios; canciones que de no haber escuchado/comprado/descargado (sí, descargado) el álbum completo nunca hubieran existido para mí. 

Muchas de ellas las encuentro bastante mejores que las que no han parado de sonar en la radio o la televisión, pero también es verdad que estas últimas me han servido en bastantes ocasiones para conocer al grupo o artista que las interpretaba y, profundizando un poco, dar con esas joyas escondidas. 

Hoy es más complicado. No sé cuánto tiempo hace que no compro un CD; también hace mucho que no descargo música para mi propio disfrute (hace tiempo que empecé a dudar de mí mismo haciéndolo). Tampoco mi interés por la música y los artistas es el de antes, pero es cierto que ahora  que todo se distribuye por internet y fundamentalmente por iTunes, acceder a esas joyas resulta más complicado, al menos para mí (de momento no he entrado en el mundo de Apple que a veces parece que es la única forma en la que los músicos te dejan escuchar sus nuevos temas, aunque hay alternativas que mencionaré más abajo). De todas formas, yo seguiré disfrutando de las ya descubiertas, y espero encontrar la forma de descubrir otras nuevas. 

Siempre he pensado que comprar un disco es algo arriesgado, porque una vez abierto no hay derecho a devolverlo si no estás satisfecho con su contenido, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos productos. Necesito escuchar varias veces las canciones para saber si me gustan o no. También sucede en ocasiones que una canción que inicialmente no me gustaba o a la que no había prestado atención de repente se convierte en un tema imprescindible en mi banda sonora personal. Pero también puede ocurrir lo contrario, que una canción de tanto escucharla me acaba aburriendo, o que por más que la escuche y pasen los años nunca me va a gustar. 

Es importante que los artistas pongan de alguna forma a nuestra disposición las canciones para que podamos escucharlas hasta decidir si queremos o no incluirlas en nuestra banda sonora. Soluciones como spotify, grooveshark o similares parecen una buena idea, pero tampoco hay que cerrarse al hecho de que la gente pueda subir a youtube, o a otros portales como goear canciones para que el resto podamos escucharlas antes de comprar. 

Vamos a ver hacia dónde camina la industria musical y qué es lo que sucede con esas canciones escondidas que yo espero seguir destapando...