jueves, 27 de marzo de 2008

... lo demás no importa

[..] <contento>¡hola!</contento>
<contenta>entra, me estoy duchando</contenta>
<orgulloso>cariño, ¡me acaban de despedir!</orgulloso>
<despreocupada>bueno, ya encontrarás otro trabajo</despreocupada>
<sensual>(ella)cariiiiiñoo</sensual>
[..]

Este diálogo tan "normal" pertenece a un anuncio que escucho varias veces al día en una emisora de radio. ¿Qué es lo que se vende? Pues un centro médico especializado en problemas sexuales. El mensaje que se transmite literalmente es "si tu vida sexual está bien, lo demás no importa".

A fuerza de tanto oírlo ya me lo tomo de otra forma, pero no deja de provocarme en cierta manera. Está claro que la publicidad tiene como objetivo que el consumidor compre el producto anunciado, pero en las cuñas de este anunciante veo que el engaño es manifiesto; a lo mejor no explícitamente, pero no me imagino a nadie que llegue a casa tan feliz después de que le hayan despedido de su trabajo sólo por el hecho de que su vida sexual es tan estupenda que lo que le espera es un buen revolcón con su pareja.

Pero lo peor no es eso, lo peor es que seguro que habrá gente que tras escuchar estos anuncios puede llegar a pensar que la solución a todos sus problemas pasa por convertir su vida sexual en el auténtico motor de su vida. En fin, allá cada cual, y más en este tema...

miércoles, 26 de marzo de 2008

Viérnoles


Volvía yo de mi finde semana-santero, viendo nieve a ambos lados de la carretera cuando me llamó la atención un cartel en el que no había reparado en viajes anteriores. Indicaba el desvío a un pueblo llamado Viérnoles.

Curioso nombre, ¿verdad? Es una mezcla de viernes y miércoles, o al menos eso es lo que me vino a la cabeza en ese momento.

Luego, pensando sobre ello, me daba cuenta de que es la palabra perfecta para definir lo que fue mi jornada de trabajo hace justo una semana: miércoles, víspera de festivo, y encima nos dejaron salir del trabajo a las tres como sucede en tantas empresas los viernes (lo echo de menos).

Así que ya sabes, gracias a este pueblo tenemos una expresión divertida para definir ese tipo de días: VIÉRNOLES.

domingo, 9 de marzo de 2008

Maneras de vivir (y tú más)


En estos días de campañas electorales y de elecciones parece inevitable echar la vista atrás para hacer balance de lo que cada cual ha hecho en los últimos cuatro años, pero también es necesario mirar al frente para ver si nos espera más de lo mismo o no.

No me voy a enrollar en esta mirada perdiéndome en partidos, declaraciones, ideologías, dimes y diretes. Creo que no descubro nada nuevo si digo que la impresión que me transmiten los principales partidos políticos es que por lo general andan más preocupados de lo que hace o deshace el vecino que de exponer sus propuestas. Pero lo peor de todo es que en ocasiones me parece que justifican su forma de actuar y/o sus errores en las actuaciones del rival. Es lo que se conoce como "y tú más".

Esta frase más propia de niños pequeños parece regir el comporatimiento de los políticos. Pero lo más triste no es eso, lo más triste es comprobar que no hace falta subir tanto para encontrar esa manera de afrontar el día a día.

Hace unos días, durante una reunión de comunidad (sí, esa comunidad de vecinos tan estupenda a la que pertenecemos) contemplaba sorprendido cómo una madre, de profesión maestra, justificaba el no cumplimiento por parte de sus hijos de una norma concreta aprobada por los vecinos amparándose en que otros no cumplen otras normas; y no sólo eso, sino que además nos disuadía de cualquier intento de regañar a sus hijos por ese comportamiento. Repito el dato que más me impresiona: se trata de una maestra. Dios me libre de que alguno de mis hijos (cuando los tenga) caiga en la misma clase de esta mujer con semejante conciencia cívica. Ante algo así no hay respeto al maestro que se sostenga.

Si eso se ve en los que nos rodean ¿de qué nos quejamos?

(Por cierto, acabo de volver de votar: adivina a qué dos partidos no he votado :-) )