miércoles, 22 de agosto de 2007

Raseros

Soy bastante vago, lo reconozco. Soy más de titulares que de contenidos a la hora de leer periódicos, revistas, páginas web... Me suelo quedar sólo con el resumen, sin detenerme mucho más. Pero de un tiempo a esta parte intento corregir esta superficialidad y sobre todo en lo que se refiere a internet, me obligo a profundizar en aquellos artículos que creo me pueden resultar de interés. Todo esto va unido irremediablemente al aumento en el número de sitios web distintos que visito cada día, de lo que en gran medida tiene la culpa un compañero de trabajo que me contagió la menéame-adicción.

El caso es que esta mañana leía un artículo titulado "Virginidad da risa", donde se expone de manera bastante elocuente la influencia de medios de comunicación y tendencias que determinan en cada momento qué es lo más de lo más o qué está desfasado, olvidando la capacidad de las personas para decidir libremente, en este caso, acerca de su manera de vivir su sexualidad.

Y un rato después, me encuentro con otra entrada en meneame.net que habla acerca de un posible intento de boicot a los próximos juegos olímpicos, que se van celebrar el año que viene en China, basándose en la evidente falta de respeto a los derechos humanos que se produce en el país más poblado del mundo, y más concretamente en lo que se refiere a la pena capital. En el artículo se hace una comparación entre la postura que mantuvieron el resto de países en 1936 durante la celebración de los JJ.OO. en Berlín, y lo que sucede ahora con los de Pekín.

Una vez más no puedo evitar pensar en raseros y varas de medir distintas al ver propuestas de este tipo. Y es que, como en tantas cosas, las interpretaciones pueden ser varias y bien diferentes entre sí. Porque si bien es cierto que no le falta razón a quienes dicen que China es una dictadura y que no respeta los derechos humanos, no sé si cuando se celebraron -con tan sólo doce años de diferencia- dos ediciones de los juegos olímpicos en Estados Unidos se levantaron voces en contra de un país que mantiene la pena capital o barbaridades del tipo de la cárcel de Guantánamo (posterior, eso sí, a dichas olimpiadas), a pesar de ser considerada siempre como estandarte de la democracia.

Que nadie vea en estas palabras un ataque contra Estados Unidos, ni una defensa de China. Nada más lejos de la realidad. Simplemente observo que muchas ocasiones el rasero con el que se mide es interesado, y que la mirada se empaña cuando hay que quedar bien con unos, atacando a otros. Es mejor abrir bien los ojos...

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