miércoles, 1 de octubre de 2008

Ediciones especiales

Seguimos con temas relacionados con la música.

Piratería. Derechos de autor. Canon. Son palabras que se oyen mucho en medios, presentaciones de discos, entrevistas a artistas...

Es un tema complicado, sí. Hay visiones para todos los gustos. Muchos artistas enarbolan la bandera contra la piratería, en defensa de sus derechos de autor. Legítimo, por supuesto. Otros menos mediáticos se adaptan a los nuevos tiempos y en menor o mayor medida hacen bueno eso de "si no puedes con tu enemigo, únete a él".

La tecnología ha evolucionado, y esto de la piratería no es lo que era. Hemos pasado de las cintas grabadas que te vendían por la calle o en los mercadillos al P2P pasando por el topmanta repletito de CDs. Pero a mí me gustaría saber si todos estos artistas heridos que defienden a capa y espada un canon que mete a todo el mundo en el saco de los delincuentes han comprado toda la música que han escuchado durante su vida o si, como hemos hecho tantos, se han grabado en un cassette tal o cual disco que se había comprado un amiguete. Para mí es exactamente lo mismo, sólo que cambia el formato, y que el efecto es mucho más exponencial.

Como decía antes, algunos artistas se las ingenian para dar valor añadido a sus trabajos, y me parece genial. Otros sólo quieren difundir su música y cuelgan gratis sus canciones en distintos sitios. Que me baje música vía P2P no significa que compre menos CDs originales.

Pero con esto de los CDs hay un asunto que me repatea, y mucho. Es el tema de las ediciones especiales. Sí, esas que salen a la venta unos meses después de haber sacado la primera edición del disco, y que suelen incluir las mismas canciones, más algún extra en forma de tema inédito, DVD, o cualquier otra cosa que justifique el adjetivo "especial".

A MÍ ME PARECE UNA FALTA DE RESPETO. Sí, una falta de respeto a la gente que con toda la ilusión del mundo se compra el mismo día que sale a la venta el disco que tanto tiempo ha esperado escuchar de su artista o grupo favorito. Resulta que al cabo de unos meses sale una edición mejor, pero que coincide en un porcentaje alto con el álbum original. ¿Y entonces qué? ¿A comerse el primero con patatas? ¿A renunciar a los contenidos extra de la edición especial por haber sido un fiel seguidor?

He llegado a la conclusión de que al final casi es mejor descargárselo primero, escucharlo, y si con el tiempo sale una edición especial e interesa, comprarla. Lo siento, pero en este tema lo tengo claro: no al cánon y no a las ediciones especiales tal y como están concebidas ahora. Sí a la imaginación y al respeto a los seguidores.


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