viernes, 26 de octubre de 2007

Que no suene el silbato

Ya he introducido el ticket y franqueado la barrera. Ahora toca decidir qué linea debo tomar. Elijo, camino, me cruzo con gente y me pregunto si vienen del mismo sitio al que yo me dirijo.

Ahora hay que descender. Un peldaño, otro, otro más... Ya se acerca el final. De repente empieza a subir mucha gente. ¿Conseguiré superar la marea que me arrastra en sentido contrario? Sí, parece que sí, pero ahora toda mi fuerza, todos mis deseos y esperanzas se concentran en un solo pensamiento: "por favor, que no suene el silbato".

Pero nada dura eternamente, y suena. No llego, no llego, no llego...

Y ahora la marea es un sólo un goteo, goteo, goteo...

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