viernes, 8 de junio de 2007

Hola, y hasta siempre

Hace justo tres meses daba la bienvenida a Nacho, el hijo de Santi y Elena. Ayer le tocó el turno a María, la primogénita de otros dos grandes amigos: Raúl y Bea.

Y van llegando. Dentro de un par de meses será Marta, y más adelante... pues ya se verá. Es inevitable, no se detiene. Es la vida, que se va abriendo paso en el mundo y que nos devuelve a a la realidad de lo que de verdad importa.

Como se repetía varias veces en la película "El rey león", es el ciclo de la vida. Pero para que éste se dé, a la vez que unos llegan, otros deben retornar. Tan solo unas horas antes de naciera María, nos dejaba Juli, esposa de Juamna; madre de Juanma, Belén y Mar; y también, como prima de mi madre, parte de mi familia.

Lo mismo que sucede con los nacimientos, la muerte también sigue su camino o, si se quiere ver así, cumple su misión dentro de ese "ciclo sin fin". A veces no llega en el momento que más nos gustaría. Qué tontería, porque en ningún caso nos gusta que llegue. Pero es verdad que muchas veces decimos "¿por qué ahora?"

La vida y la muerte siguen, y no se detienen. Nosotros también tenemos que seguir adelante, con los brazos permanentemente abiertos para recibir a los que llegan y dejar marchar a los que despedimos con un "hasta siempre".

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