jueves, 5 de octubre de 2006

Redecorando mil vidas

Redecora tu vida.


Un sencillo eslogan de tres palabras con el que Ikea se introdujo en España hace ya unos cuantos años, aunque no tantos como parece. Y no sé cómo, pero han conseguido que mucha gente realmente asocie esta enorme tienda con palabras como cambio de vida, libertad, independencia, emancipación, aventura...

El martes estuve allí con Ana. Ya nos lo conocemos casi de memoria, como supongo que le sucede a las miles de personas que no cesan de acercarse hasta allí día tras día, dispuestas a redecorar en mayor o menor medida sus vidas con un montón de objetos que tienen nombres extraños y en algunos casos incluso impronunciables.

Más allá de las cosas que se pueden encontrar, y a pesar del agobio que a veces me provoca coincidir con tantos buscadores, mientras recorro la tienda me gusta parar un momento para fijarme en alguno de ellos, intentando imaginar su historia, por qué están allí probando un colchón, comparando fundas nórdicas, o midiendo armarios una y mil veces mientras se devanan los sesos para conseguir que el que les gusta encaje en su pequeño dormitorio.

No hay un cliente tipo en esta tienda. Se ve gente de distintas edades, condiciones y orígenes: jóvenes estudiantes que van a compartir piso, parejas de hecho o derecho que se mudan a su primer hogar en común, matrimonios más o menos recientes que necesitan más estantes para sus libros, o familias numerosas que buscan auténticos milagros para que todo lo que se acumula en casa esté perfectamente organizado, etc. Ilusión, discusiones, dudas... en definitiva, miles de historias, situaciones, necesidades, anhelos de redecorar vidas, porque cualquier momento es bueno para dar el siguiente paso en tu camino...

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