lunes, 16 de julio de 2007

Un libro me conecta a ti

Reconozco ese punto cotilla que me hace posar sin remedio la mirada en lo que van leyendo las personas que tengo cerca cuando viajo en el tren o en el metro. Da igual si se trata de un libro, una revista, el periódico, o de hojas sueltas. No importa, allá que voy yo con esa vena curiosa tan typical spanish.

Tiene gracia que lo haga, porque a la vez soy de esas personas a las que les molesta notar la mirada del vecino fija en lo que voy leyendo; y me giro disimulando mientras pienso "cómprate el libro, macho, y sales de dudas".

A veces creo que este vistazo a lo que una persona lee me abre un cachito de su alma. No siempre es así, pero me agrada pensar que se puede saber más de una persona a través de lo que está leyendo.

Lo que más me gusta de esta situación es encontrarme con una persona que va leyendo un libro que yo he leído ya. Es como si por la gracia de un libro estuviéramos conectados. Me produce especial placer reconocer el libro sin necesidad de ver el título, tan solo echando un vistazo a un trozo de la página que tiene abierta. En ese momento pienso en lo que ese libro me transmitió, si me gustó o me dejó indiferente; me fijo en la parte por la que va y pienso "no sabes lo que te espera" o "ya verás qué final".

Y así, sin quererlo, y por un instante, un simple libro me conecta a ti...

Imagen obtenida de esta web

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanta razon tienes sobre cuando ves a alguien leyendo un libro que ya ha pasado por tu vida.

Yo a veces pienso en lo bueno que sería desvelarles el final y decirles: "el malo es....."

Pero siempre me echo atrás.

Bueno, casi siempre. En el apogeo del "codigo da vinci" (basurilla literaria que no empresarial) a menudo me soprendia diciendo en voz alta "el malo es el cojo".

Lo siento por si a alguien se lo he destripado ;)