viernes, 6 de mayo de 2011

La guerra lo justifica todo

Estamos en guerra, o eso dicen, contra el terrorismo. Parece que eso justifica todo. Llevamos viendo toda la semana cómo las mismas personas que se llenan la boca con palabras como justicia, libertad o derechos humanos se congratulan del asesinato de Bin Laden. Sí, asesinato, que tampoco se preocupan en ocultar.

Eso sí, después de jactarse de haber eliminado del mapa al terrorista más sanguinario y de proclamar a los cuatro vientos que el mundo es ahora más seguro (¡ja!), se vuelven a poner el traje de moderados y prudentes para decir que no es conveniente mostrar las imágenes del cadáver.

En fin, todo esto no hace más que redundar en lo mismo: donde dije digo digo diego y según me conviene me pongo un traje u otro. Las personas son personas, y al hablar de igualdad nos damos cuenta de que unas vidas valen más que otras.

No defiendo al terrorista, pero el terrorista, el empleado de banca, el presidente de gobierno, el currito que se levanta cada mañana para sacar adelante a su familia,... todos son personas. A veces se nos olvida.