lunes, 21 de enero de 2008

Siempre pagan los mismos

Otro día más oigo en la radio una noticia que se repite cada cierto tiempo: una mujer ha fallecido al estrellarse su coche con otro que circulaba en sentido contrario por la autopista A4.

Hasta aquí el hecho es relativamente normal: el impacto frontal le ha provocado la muerte. Lo terrible es cuando se sabe que la fallecida circulaba en el sentido correcto de la circulación, mientras que el ocupante del otro coche no. Pero lo peor es que el individuo (vamos a dejarlo en individuo, que me caliento y...) que circulaba en sentido contrario y que ha dado positivo en el control de alcoholemia, ha salido del accidente herido leve.

Y es que no es la primera vez que oigo esta noticia: el conductor responsable e inocente fallece, mientras que el borracho o irresponsable de turno salva la vida e incluso sale ileso. No me tranquiliza nada saber que no es suficiente con intentar hacer bien las cosas, porque siempre puedes sufrir las consecuencias de la irresponsabilidad de otros. No es un consuelo que el superviviente tenga que enfrentarse a las consecuencias de sus actos, porque él al menos tiene una vida para arrepentirse de lo hecho.

Sálvese quien pueda.